En el ámbito de la tecnología, al igual que en otros sectores, es fundamental ser cauteloso al elegir a un experto que nos asesore para optimizar la infraestructura de comunicación y redes en nuestra empresa, especialmente cuando se trata de agencias gubernamentales.
Como en muchos aspectos de la vida, existen personas que aparentan saberlo todo, pero en realidad su conocimiento es limitado. Este tipo de "expertos" puede terminar llevándonos a adquirir equipos innecesarios y a implementar soluciones deficientes, lo que deja a la empresa atada a contratos costosos y poco beneficiosos.
Muchos de estos asesores, o supuestos expertos, pueden tener un título académico o una licenciatura en el campo de la tecnología, pero carecen de experiencia práctica. Su enfoque principal es vender y asegurar contratos a largo plazo, a menudo recomendando contratistas que les generan beneficios personales una vez que se concreta el acuerdo.
Las corporaciones que caen víctimas de estos malos asesores pronto se darán cuenta de que las promesas de mejora en su infraestructura tecnológica no se cumplieron. Al contrario, descubrirán que están en una situación peor que antes, mientras que el único beneficiado fue el propio asesor.
La empresa, además de enfrentar más problemas, estará cargada con equipos y servicios innecesarios.
Pero, ¿cómo puede una empresa evitar caer en manos de estos malos asesores?
A continuación, presentamos varios consejos:
• Investiga las credenciales y experiencia: No te quedes solo con títulos académicos. Verifica la experiencia práctica del asesor, especialmente en proyectos similares al tuyo. Pregunta por casos de éxito y referencias de otros clientes.
• Evita compromisos a largo plazo sin pruebas previas: Si un asesor te ofrece contratos a largo plazo, asegúrate de que haya una fase de prueba o un proyecto piloto que demuestre su capacidad antes de comprometerte.
• Solicita varias opiniones: Antes de tomar decisiones importantes, busca opiniones de diferentes expertos. Un solo asesor no debería tener la última palabra sin considerar otras perspectivas.
• Desconfía de recomendaciones de proveedores: Si un asesor insiste en recomendar ciertos proveedores o productos, investiga si tiene algún vínculo comercial con ellos. Los mejores asesores son neutrales y sugieren soluciones que se adaptan a tus necesidades, no a sus beneficios personales.
• Haz un análisis costo-beneficio: Cualquier solución tecnológica que se proponga debe venir acompañada de un análisis detallado de costos y beneficios. Asegúrate de que el asesor te muestre de manera clara cómo su propuesta mejorará tus operaciones y justificará la inversión.
• Revisa los contratos minuciosamente: Lee detenidamente cada cláusula del contrato antes de firmar. Si no tienes el conocimiento legal suficiente, busca la ayuda de un abogado especializado en tecnología o contratos comerciales.
• Establece metas claras y medibles: Asegúrate de que el asesor entienda claramente tus objetivos y define indicadores clave de rendimiento (KPIs) para medir el éxito de las implementaciones tecnológicas. Así podrás evaluar si se están cumpliendo los objetivos prometidos.
En resumen, seleccionar a un asesor tecnológico confiable y competente es crucial para el éxito de cualquier proyecto de infraestructura tecnológica. Tomarse el tiempo para investigar, evaluar opciones y establecer objetivos claros puede evitar costosos errores y asegurar que las soluciones implementadas realmente beneficien a tu empresa. Al seguir estos consejos, estarás mejor preparado para identificar a los verdaderos expertos y evitar caer en manos de quienes solo buscan su propio beneficio.
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