El fundador del antivirus McAfee, John McAfee, ha sido hallado muerto esta tarde en la prisión de Brians 2, en Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona). Los funcionarios de la prisión le han encontrado colgado, según fuentes policiales, que señalan que tratan el suceso como un suicidio. A la espera de la autopsia, la policía no ha encontrado ningún indicio de criminalidad. McAfee estaba pendiente de ser extraditado a Estados Unidos después de ser detenido por la Policía Nacional en el aeropuerto de El Prat por evasión fiscal. El Departamento de Justicia asegura que “todo apunta a que podría tratarse de una muerte por suicidio”.
Su abogado, Javier Villalba, ha señalado a la agencia de noticias Reuters que la muerte se debe al suicidio y que McAfee se ha ahorcado en su celda. McAfee no ha podido soportar más tiempo en la cárcel, ha explicado Villalba. “Este es el resultado de un sistema cruel que no tenía motivos para mantener a este hombre en la cárcel por tanto tiempo”, ha señalado el abogado.
McAfee, de 75 años, estaba ingresado en el módulo 1 del centro penitenciario de Brians 2. Los profesionales de vigilancia penitenciaria, que le han hallado muerto en la celda, y los servicios médicos de la prisión han intervenido para practicarle maniobras de reanimación, según explica el Departamento de Justicia, pero no han podido salvarle la vida. El empresario llevaba ocho meses encarcelado en la prisión catalana.
El polémico fundador del antivirus fue detenido el 3 de octubre de 2020 en el aeropuerto de El Prat, cuando estaba a punto de tomar un avión a Turquía. El arresto se produjo a petición de la justicia de EE UU, que acusa a McAfee de evadir millones de dólares en impuestos de las ganancias supuestamente obtenidas con actividades como el comercio de criptomonedas. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ordenó su ingreso en prisión, y ya estaba prevista su extradición a Estados Unidos, donde temía pasar encarcelado el resto de su vida.
La Audiencia Nacional había dado luz verde a la extradición del magnate, según ha informado esta misma tarde la agencia Efe. McAfee estaba acusado de evasión fiscal en 2016, 2017 y 2018. La Fiscalía se posicionó a favor de su extradición por esos ejercicios, pero no en cambio por los años 2014 y 2015, por los que también le reclamaba la justicia estadounidense.
El tribunal ha descartado que McAfee fuese perseguido por “cuestiones políticas, de ideología o similares”, porque “más allá de las alegaciones verbales” del fundador del antivirus, no se había aportado “indicio alguno revelador” de que fuese así. “La relevancia social, económico o de cualquier ámbito que alega la defensa que posee el recurrente no le otorga inmunidad alguna, estando sometido a las leyes del mismo modo que cualquier ciudadano no relevante”, afirma la sala. En los últimos años, McAfee repetía que había un complot para acabar con él.
John McAfee fue detenido tras una notificación de Interpol, que lo incluía en su lista de personas más buscadas con código rojo, prioritario, a petición de Estados. El empresario pasaba temporadas en Tarragona. Tras una investigación de la Policía Nacional, los agentes descubrieron que había viajado a Alemania, de donde había regresado en un vuelo privado que aterrizó en el aeropuerto de Reus. Una fotografía que él mismo publicó en las redes sociales sirvió para ubicarlo en la zona. A partir de entonces, los agentes centraron sus esfuerzos en los aeropuertos españoles, hasta detenerlo en el de El Prat, en Barcelona, a las nueve y media de la mañana, cuando iba a tomar un avión a Estambul. Al día siguiente, 4 de octubre, ingresó en la prisión de Brians, donde ha sido hallado muerto.
La investigación de la Fiscalía estadounidense sostiene que McAfee evadió millones de dólares con la promoción de las criptomonedas y de la venta de los derechos para la publicación de su biografía entre 2014 y 2018. Además, le acusa también de comprar a nombre de terceros otros bienes, entre ellos un yate. Según el supervisor bursátil estadounidense, la Securities and Exchange Commission (SEC), el empresario usó Twitter para promocionar entre sus seguidores la compra de criptomonedas sin avisar de que él ganaba dinero con ello. Con las operaciones se embolsó supuestamente 23 millones de dólares (19,5 millones de euros).
La vida del empresario ha estado siempre envuelta en la polémica. Él mismo explicó en entrevistas en los medios estadounidenses que tras estudiar Matemáticas en la universidad y dedicarse a la tecnología, se aficionó a las drogas. Trabajó en Nueva York, Londres, Los Ángeles y Cincinnati. Pasó un año en México recorriendo el país en una camioneta, vendió joyas y drogas hasta recalar en Silicon Valley. En 2010, vendió su empresa a Intel por casi 6.000 millones de euros.
Entre los episodios exóticos que rodean su trayectoria, está la muerte en 2012 de su vecino en Belice, donde McAfee vivía rodeado de perros, guardias y mujeres jóvenes. El vecino falleció de un disparó en la cabeza, y cuando la policía quiso entrevistar al fundador de la empresa del antivirus para preguntarle si sabía algo sobre lo ocurrido, este huyó. Afirmó que las autoridades le acusarían del crimen o que incluso le matarían si lo atrapaban.
Desde 2011, repitió de manera recurrente que no se sentía seguro y que existía un complot contra él del Gobierno de Estados Unidos. En su vida, había sido detenido en diversas ocasiones. Antes que en España, en 2019 fue arrestado en República Dominicana cuando su barco atracó en el país y encontraron en él armas, municiones y dinero en efectivo. Su abogado dijo entonces que McAfee había sido liberado tras comprobar que no existían casos activos o solicitudes de extradición, y que las armas fueron incautadas antes de tener la oportunidad de declararlas.
McAfee fue uno de los amigos del magnate Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual, que puso en duda su suicidio en su celda. Epstein fue hallado ahorcado en una cárcel de máxima seguridad, y la autopsia confirmó que se trató de un suicidio. El 15 de octubre de 2020, ya encarcelado, McAfee tuiteó: “Yo estoy satisfecho aquí. Tengo amigos. La comida es buena. Todo está bien. Sabed que si me cuelgo, al estilo Epstein, no será culpa mía”.